Las nuevas reglas del departamento de comercio permiten que las compañías estadounidenses vendan herramientas que utilicen el DES (o equivalentes) de 56 bits en el extranjero. Las reglas también eliminan restricciones en la venta de productos criptográficos a las subsidiarias de los E.E.U.U. en el extranjero.
Pero los críticos aun se quejan de que las nuevas restricciones tras la relajación aun son demasiado fuertes, dejando datos sensibles vulnerables a hackers dedicados con los suficientes recursos financieros. Muchos consideran esta acción como un buen primer paso de progresión, pero solamente eso.
Gracias a estas nuevas normas las firmas comerciales americanas esperan poder competir con mayor eficacia dentro del mercado criptográfico mundial, lo cual resultaba difícil debido a las severas restricciones que existían anteriormente. Por otra parte los usuarios de todo el mundo, podremos disfrutar sin problemas de tecnologías y programas a los cuales no teníamos acceso anteriormente.
El gobierno americano sigue imponiendo límites a la exportación pues teme que las autoridades, incluso con el permiso de un juez, no puedan leer los mensajes criminales o terroristas. Las anteriores normas de exportación de tecnología criptográfica fijaban el límite en 40 bits.
Los expertos sugieren que el correo delicado y las transacciones electrónicas usando criptografía de menos de 90 bits resultan vulnerables, mientras que se considera el cifrado de 128 bits como prácticamente seguro.
Sin duda la llegada de esta nueva medida es una buena noticia para todos los usuarios, aunque por nuestra parte también seguimos solicitando la ruptura total de cualquier limitación así como del tratado de Wassenaar.
Antonio Ropero
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